La respuesta no es tan directa como un sí o un no, ya que depende de si el préstamo se trata de un producto bancario, de una operación entre particulares o si existen intereses de por medio. En este artículo te explico con detalle cómo afectan los préstamos personales a tu fiscalidad, qué debes declarar, qué no y cuáles son las consecuencias de hacerlo mal.
¿Cómo afecta un préstamo personal a la declaración de la renta?
Un préstamo personal, en sí mismo, no se considera un ingreso sujeto a tributación, porque el dinero que recibes no incrementa tu patrimonio, sino que se trata de una deuda que tendrás que devolver.
Por tanto:
- Si pides un préstamo en un banco, la cantidad recibida no se declara como ingreso en la renta.
- Lo que sí puede tener impacto es el pago de intereses, ya que se consideran un gasto financiero. En la mayoría de los casos no son deducibles, salvo que el préstamo esté vinculado a una actividad económica (por ejemplo, un autónomo que pide un préstamo para invertir en su negocio).
- En préstamos entre particulares, lo que se declara no es la cantidad prestada, sino el contrato formalizado ante Hacienda para evitar que se considere una donación encubierta.

¿Cuánto hay que pagar a Hacienda por un préstamo personal?
Préstamos bancarios
Si el préstamo lo has solicitado en una entidad financiera, no tienes que pagar nada a Hacienda por recibir el dinero. El banco ya se encarga de tributar por los intereses que cobra. En tu caso, únicamente debes devolver el capital más los intereses pactados.
Préstamos entre particulares
Si el préstamo lo haces con un familiar o amigo, la cosa cambia. La Agencia Tributaria puede interpretar ese dinero como una donación si no se formaliza correctamente, lo que conlleva pagar el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, que suele ser más caro.
Para evitarlo, hay que firmar un contrato de préstamo (puede ser privado o notarial) e inscribirlo en Hacienda mediante el modelo 600. Este trámite no implica pagar impuestos, ya que los préstamos están exentos, pero deja constancia legal de que se trata de una deuda y no de una donación.
Intereses pagados
Si el préstamo es entre particulares y se pactan intereses, estos sí tienen efectos fiscales:
- Para quien presta el dinero: los intereses que cobra se consideran rendimientos del capital mobiliario y tributan en su IRPF.
- Para quien recibe el préstamo: esos intereses son un gasto, pero no suelen ser deducibles salvo en casos vinculados a actividad económica.
¿Qué pasa si no declaro un préstamo personal?
La no declaración de un préstamo entre particulares puede tener consecuencias negativas. Si no formalizas el contrato ni lo notificas a Hacienda, la Agencia Tributaria puede considerar que se trata de una donación encubierta.
Esto implica:
- Deberías pagar el Impuesto de Sucesiones y Donaciones.
- Podrían exigirte sanciones e intereses de demora por no haberlo declarado en su momento.
- En casos graves, se puede incluso abrir un procedimiento sancionador por fraude fiscal.
En cambio, si el préstamo es bancario, no hace falta declararlo en la renta. Lo único que puede ocurrir es que, si recibes una gran cantidad de dinero en tu cuenta, Hacienda pueda pedirte explicaciones sobre su origen. Bastará con mostrar el contrato del préstamo.
¿Cuánto dinero te pueden prestar sin declarar?
No existe un límite legal específico que diga “hasta esta cantidad no hay que declarar un préstamo”. Lo importante no es la cifra, sino cómo se justifica la operación.
- Si el préstamo es bancario: no tienes que declararlo en la renta, da igual que sean 1.000 €, 10.000 € o 100.000 €.
- Si el préstamo es entre particulares: lo recomendable es formalizar siempre el contrato, aunque sean cantidades pequeñas. Así evitas que Hacienda lo considere una donación.
- En operaciones de más de 3.000 €, recuerda que los bancos están obligados a informar a la Agencia Tributaria de los movimientos en efectivo y transferencias, por lo que siempre conviene tener documentación que acredite el origen del dinero.