La inflación subyacente se ha convertido en uno de los indicadores macroeconómicos más relevantes para gobiernos y bancos centrales. En este artículo te cuento cómo se mide, qué componentes incluye, en qué se diferencia de la inflación general y cuál es su evolución en España en 2025. ¡Allá vamos!
¿Qué es la inflación subyacente?
La inflación subyacente, también llamada inflación núcleo o básica, es la tasa de variación del IPC que excluye dos categorías volátiles: productos energéticos y alimentos no elaborados. De esta forma, se elimina ruido temporal y se detectan tendencias inflacionistas más estables.
Es un indicador que refleja la evolución de precios reales relevantes para el consumo habitual, como servicios, transporte, ocio o bienes industriales no energéticos, ayudando a comprender mejor la presión inflacionaria estructural de una economía.
¿Qué se tiene en cuenta al calcular la inflación subyacente?
Componentes excluidos
- Energía: electricidad, gasolina, gas… debido a su fuerte volatilidad ante conflictos geopolíticos o variaciones en el mercado global.
- Alimentos no elaborados: frutas, verduras, carnes frescas, pescado, etc., por su alta sensibilidad a condiciones climáticas temporales.
Componentes incluidos
El resto de grupos del IPC: alimentos elaborados, vestimenta, comunicaciones, servicios recreativos, transporte (no energético), salud, hogar, etc.
Metodología de cálculo
- El INE recoge los precios de una cesta estándar del IPC.
- Se descartan los componentes energéticos y alimentos no elaborados.
- Con los restantes se calcula un índice subyacente.
- Se compara con el índice del período anterior (mensual o anual) para obtener la tasa de variación
Diferencias entre la inflación subyacente y la inflación general
Naturaleza del índice
- Inflación general: toma en cuenta todos los componentes del IPC, reflejando alzas o bajas ante choque de precios energéticos o alimentarios.
- Inflación subyacente: excluye componentes volátiles, midiendo solo la inflación “permanente” o estructural.
Volatilidad
- La inflación general puede oscilar significativamente por variaciones temporales.
- La subyacente es más suave y menos propensa a altibajos bruscos, permitiendo interpretar mejor tendencias de fondo.
Uso en política monetaria
El BCE y el Banco de España prestan mayor atención a la inflación subyacente cuando fijan tipos de interés, pues las subidas o bajadas duraderas afectan la economía real más que variaciones coyunturales
¿Para qué se utiliza la inflación subyacente?
- Toma de decisiones de política monetaria: el BCE la utiliza como referencia para ajustar tasas de interés con mayor precisión, ya que refleja presiones estructurales antes que las transitorias.
- Planificación empresarial e inversora: empresas e inversores evalúan riesgos y establecen precios, salarios o inversiones con base en una inflación subyacente más predecible.
- Confianza del consumidor: una subyacente baja y estable genera tranquilidad, lo que impulsa decisiones de consumo e inversión sostenibles.
- Evaluación del éxito de políticas públicas: permite apreciar si las medidas fiscales o regulatorias están influyendo realmente en la inflación de fondo
¿Qué productos entran en la inflación subyacente?
Servicios
Incluye turismo, ocio, comunicaciones, sanidad, transporte público, educación, etc. Estos precios tienden a ajustarse lentamente y reflejan la inflación estructural.
Bienes industriales no energéticos
Ropa, electrodomésticos, muebles y bienes manufacturados. Su precio no está sujeto a shocks energéticos o climáticos.
Alimentos procesados o elaborados
Productos como el pan, conservas o productos con valor añadido, que no están sujetos a fluctuaciones meteorológicas
¿Cuál es la inflación subyacente en España?
En junio de 2025, la inflación general (IPC) interanual fue del 2,3 %, mientras que la inflación subyacente se situó en el 2,2 %, manteniéndose estable respecto a mayo.
El indicador adelantado del INE también estimaba esa misma cifra del 2,2 % para el mes, lo que confirma una ralentización gradual de las presiones de fondo.
De acuerdo con previsiones de FUNCAS y del Banco de España, la media anual esperada para la inflación subyacente en 2025 es del 2,2 %, una décima menos que en 2024 (3,1 %)