Cada año, el precio de la vivienda en España se convierte en uno de los temas más comentados en medios y conversaciones cotidianas. Comprar una casa sigue siendo uno de los sueños, y también uno de los desafíos, más grandes para miles de familias. Tras años de subidas constantes, ligeras correcciones y una inflación que no da tregua, muchos se preguntan qué pasará con el mercado inmobiliario en los próximos años.
¿Seguirán subiendo los precios o empezarán a estabilizarse? ¿Será mejor comprar ahora o esperar a 2026? Este artículo ofrece una visión clara y actualizada sobre las previsiones del precio de la vivienda en España de cara a 2026 y 2027, analizando las tendencias económicas, las políticas de vivienda, la evolución de los tipos de interés y el comportamiento de la demanda.
Previsión del precio de la vivienda en España 2025 y 2026
El mercado inmobiliario español ha mostrado una notable resiliencia tras la pandemia y el contexto de inflación vivido en los últimos años. Según los principales analistas, el precio de la vivienda en España se mantendrá estable o con ligeras subidas durante 2025 y 2026, aunque con marcadas diferencias entre regiones.
Previsión general
Las previsiones apuntan a un crecimiento moderado de entre el 2 % y el 3 % anual durante 2025 y 2026. La estabilización de los tipos de interés del Banco Central Europeo y la reducción de la inflación favorecerán un entorno más equilibrado entre oferta y demanda.
Los grandes portales inmobiliarios y consultoras (Idealista, Fotocasa, Tinsa o BBVA Research) coinciden: el ciclo de subidas agresivas ha terminado, pero no se prevé una caída de precios significativa. En cambio, veremos un mercado más racional, donde el comprador valorará ubicación, eficiencia energética y financiación flexible.
Diferencias por zonas
- Grandes ciudades (Madrid, Barcelona, Málaga o Valencia): los precios seguirán al alza, aunque con subidas más suaves. Se estima entre un 2,5 % y un 4 %.
- Zonas rurales o interiores: podrían experimentar una ligera bajada (entre -1 % y -3 %) debido a la menor demanda.
- Costa Mediterránea y Canarias: mantendrán precios estables o con repuntes por la demanda internacional y la vivienda vacacional.

Análisis del precio de la vivienda en España
Para entender hacia dónde va el mercado, primero hay que analizar cómo ha llegado hasta aquí.
Evolución reciente
Entre 2014 y 2022, España vivió una recuperación constante del precio de la vivienda, impulsada por la reactivación económica y los bajos tipos de interés. Sin embargo, la situación cambió a partir de 2023, cuando el encarecimiento del crédito hipotecario y la inflación moderaron el ritmo de crecimiento.
Aun así, el precio medio por metro cuadrado en 2024 se situó en torno a 2.000 €/m², según datos de Tinsa, lo que representa un 5 % más que el año anterior y un 20 % más que en 2019.
Factores que influyen en la evolución
- Tipos de interés:
El aumento del Euríbor fue el gran freno del mercado entre 2023 y 2024. Ahora, con la previsible bajada de tipos a partir de 2025, se espera un repunte de la demanda hipotecaria, lo que podría volver a presionar los precios. - Oferta limitada:
En España se construyen unas 80.000 viviendas nuevas al año, una cifra insuficiente frente a la demanda (estimada en más de 120.000). La escasez de suelo urbanizable y los altos costes de construcción seguirán sosteniendo los precios. - Demanda internacional:
Los compradores extranjeros (británicos, alemanes, franceses y ahora también nórdicos y norteamericanos) continúan impulsando el mercado, sobre todo en la costa y las islas. - Inflación y poder adquisitivo:
Aunque los salarios han subido ligeramente, la inflación acumulada ha reducido la capacidad de compra. Por eso, muchos compradores optan por hipotecas más largas o viviendas más pequeñas.
El papel del alquiler
El encarecimiento del alquiler también influye en el precio de venta. Ante el aumento de los precios de arrendamiento y la falta de vivienda pública, muchos inquilinos optan por convertirse en propietarios. Esta presión sobre la demanda explica por qué los precios no caen pese a las dificultades de financiación
¿Será 2026 un buen momento para vender?
La pregunta que muchos propietarios se hacen: ¿conviene vender antes o después de 2026?
Estabilidad frente a crecimiento moderado
Los expertos prevén que el año 2026 será un año de estabilización, ideal para quienes buscan vender sin prisas pero quieren hacerlo antes de un posible enfriamiento del mercado.
Los precios no se dispararán, pero tampoco caerán, lo que convierte este periodo en un buen momento para cerrar operaciones seguras y rentables.
Si los tipos de interés siguen bajando, los compradores volverán a tener más capacidad de endeudamiento, lo que podría reactivar las compraventas y mantener la demanda estable.
Qué factores pueden favorecer la venta
- Ubicación y eficiencia energética: las viviendas bien situadas, con calificación energética A o B, mantendrán un valor alto y estable.
- Oferta limitada: la falta de obra nueva seguirá sosteniendo el mercado de segunda mano.
- Demanda extranjera: seguirá siendo clave, especialmente en zonas costeras.
Cuándo puede no ser buen momento
No todos los propietarios se beneficiarán por igual. Si la vivienda se encuentra en zonas con exceso de oferta o con poca conexión laboral, el precio podría estancarse o incluso bajar ligeramente. En estos casos, conviene esperar a ver cómo evoluciona el mercado tras los ajustes de tipos y políticas de vivienda.
¿Cuánto subirá la vivienda en 2027?
Prever el precio de la vivienda en 2027 implica observar las tendencias a medio plazo.
Según los últimos estudios de BBVA Research, Caixabank Research y Tinsa, el precio medio en España podría subir entre un 3 % y un 5 % anual durante 2027, siempre que la economía mantenga su ritmo de crecimiento y el empleo continúe fuerte.
Esto se debe a varios motivos:
- Reducción progresiva de los tipos de interés, lo que abaratará las hipotecas.
- Demanda sostenida de compradores internacionales, especialmente en regiones turísticas.
- Escasez estructural de vivienda nueva, que seguirá presionando los precios al alza.
En cambio, si la economía entra en una fase de desaceleración o si los salarios no acompañan la subida del coste de vida, podríamos ver una estabilización o incluso una ligera corrección.