Qué es el Cash-flow: cómo se calcula y trucos para usarlo

19 de diciembre de 2025

El cashflow es una de esas palabras que aparece cada vez que hablamos de empresas, autónomos o emprendimiento… pero que muchas veces se queda en tierra de nadie: sabemos que es importante, pero no siempre tenemos claro qué significa exactamente o cómo se utiliza en la práctica. La realidad es que entender el cashflow puede marcar la diferencia entre un negocio que avanza con paso firme y otro que vive apagando fuegos cada mes.

¿Qué es el cashflow?

El cashflow, también conocido como flujo de caja, es el dinero real que entra y sale de una empresa durante un periodo determinado. No hablamos de beneficios contables, ni de facturas emitidas, ni de si un cliente “ya te ha dicho que va a pagar”. El cashflow se centra únicamente en los movimientos reales de dinero, es decir, lo que entra en la cuenta y lo que sale.

Podemos imaginarlo como el “pulso” financiero del negocio. Si el cashflow es positivo, significa que entra más dinero del que sale y, por tanto, la empresa respira con tranquilidad. Si es negativo, el negocio podría tener dificultades para afrontar pagos, incluso aunque en teoría tenga beneficios en los papeles.

¿Por qué? Porque una cosa es lo que se factura y otra lo que realmente se cobra. El cashflow te ayuda a ver la fotografía real y a tiempo.

¿Cómo se calcula el cashflow?

Calcular el cashflow puede sonar a fórmula complicada, pero realmente es un proceso sencillo si se divide paso a paso.

Lo primero es entender que el cashflow se calcula a partir de tres grandes bloques:

  • El resultado del negocio (beneficio o pérdida).
  • Las amortizaciones y provisiones (ajustes contables que no implican salida real de dinero).
  • Las variaciones en el capital circulante.

Fórmula general del cashflow

La fórmula más usada es:

Cashflow = Beneficio neto + Amortizaciones + Provisiones ± Variación del capital circulante

Vamos a desglosarla para que quede clarísima.

Beneficio neto

Es el resultado final de la empresa tras restar todos los gastos (incluidos impuestos) a los ingresos. Este dato aparece en la cuenta de resultados, pero no refleja si ese dinero se ha cobrado realmente.

Amortizaciones y provisiones

Aquí viene una de las claves del cashflow:
Las amortizaciones y provisiones son ajustes contables que reducen el beneficio en los papeles, pero no suponen un pago real. Por eso se suman al beneficio neto.

  • Amortización: es la pérdida de valor de activos como maquinaria, vehículos, ordenadores…
  • Provisiones: son reservas que se hacen para cubrir posibles gastos futuros (deudas incobrables, mantenimiento, indemnizaciones).

Como no salen de la caja en ese momento, hay que devolverlas al cálculo.

Variación del capital circulante

El capital circulante es lo que la empresa necesita para funcionar a corto plazo: inventarios, cuentas a cobrar y cuentas por pagar.

Su variación influye así:

  • Si aumentan los inventarios, el cashflow baja (has invertido dinero).
  • Si aumentan las cuentas a cobrar, también baja (tienes ventas, pero no las has cobrado).
  • Si aumentan las cuentas a pagar, el cashflow sube (tienes más margen antes de pagar).

Este ajuste es clave para saber la realidad: puedes tener ventas altas, pero si nadie te paga, tu cashflow caerá.

Ejemplo sencillo

Imagina:

  • Beneficio neto: 10.000 €
  • Amortizaciones: 2.000 €
  • Variación del capital circulante: −3.000 €

Cashflow = 10.000 + 2.000 − 3.000 = 9.000 €

Es decir: realmente han entrado 9.000 € disponibles para operar.

¿Qué tipos de cashflow existen?

Para entender bien el pulso financiero del negocio, es importante diferenciar los tipos de cashflow. Cada uno muestra una parte distinta de la actividad de la empresa.

Cashflow operativo (CFO)

Representa el dinero generado por la actividad principal del negocio: ventas, servicios y operaciones habituales.

Es el más importante porque indica si el día a día de la empresa es sostenible.

Un CFO positivo significa que el negocio es capaz de generar dinero suficiente para mantenerse sin ayuda externa.

Cashflow de inversión (CFI)

Se refiere a las entradas y salidas de dinero relacionadas con inversiones: compra de maquinaria, venta de activos, inversiones financieras, etc.

Normalmente, un cashflow de inversión negativo no es malo: puede significar que la empresa está creciendo y comprando activos productivos.

Cashflow de financiación (CFF)

Incluye movimientos relacionados con bancos, préstamos o accionistas:

  • Entrada de dinero por préstamos.
  • Salida por devolución de deudas.
  • Pago de dividendos.

Este cashflow muestra cómo se financia el negocio y si depende demasiado de fuentes externas.

Cashflow libre (Free Cash Flow)

Es el dinero que queda disponible después de cubrir todas las inversiones necesarias para mantener o hacer crecer el negocio.

Free Cash Flow = Cashflow operativo − Inversiones

Este indicador es clave para saber si la empresa tiene capacidad para:

  • Repartir dividendos.
  • Reducir deuda.
  • Reinvertir.
  • Aumentar beneficios.

¿Por qué es importante calcular el cashflow de la empresa?

El cashflow es una brújula financiera. Sin él, una empresa puede tener beneficios y aun así estar al borde del colapso de tesorería. Estas son las razones más importantes para analizarlo:

  • Muestra la realidad del negocio. Más allá de los números en papel, te dice si la empresa realmente genera dinero.
  • Ayuda a prevenir problemas. Si tu cashflow cae, puedes anticiparte y ajustar gastos, renegociar pagos o mejorar la gestión de cobros.
  • Permite planificar inversiones. Un buen cashflow permite tomar decisiones más seguras: contratar personal, comprar maquinaria, lanzar un nuevo producto…
  • Facilita la relación con bancos e inversores. Un cashflow sano es uno de los indicadores que más confianza genera en entidades financieras y socios.
  • Mejora la estabilidad. Saber exactamente cuánto dinero entra y sale ayuda a evitar tensiones de liquidez y momentos de “no llego a fin de mes”.
  • Optimiza la gestión del día a día. Con un control regular del cashflow puedes ajustar tus precios, revisar tus costes y reorganizar procesos internos.

Preguntas frecuentes sobre el cashflow

¿El cashflow es lo mismo que el beneficio?

No. El beneficio es un dato contable; el cashflow refleja el dinero real que entra y sale. Puedes tener beneficios y a la vez no tener liquidez.

¿Cada cuánto se debe calcular el cashflow?

Depende del negocio. Muchas empresas lo revisan cada mes. En sectores con mucha variación, incluso cada semana.

¿Un cashflow negativo es siempre malo?

No necesariamente. Si es por una inversión grande que generará ingresos futuros, puede ser normal. Lo preocupante es un cashflow operativo negativo.

¿Puedo mejorar mi cashflow sin aumentar ventas?

Sí. Algunas técnicas:

  • Negociar plazos de pago con proveedores.
  • Acelerar cobros.
  • Reducir la inversión en inventario.
  • Revisar gastos innecesarios.

¿El cashflow sirve también para autónomos?

Por supuesto. Es útil para cualquier persona que facture y tenga gastos regulares. Ayuda a saber si podrás afrontar tus pagos con tranquilidad.

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Escrito por...
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