Algo silencioso, pero profundamente transformador, está ocurriendo en el mercado laboral. Miles de profesionales con décadas de experiencia están abandonando sus puestos de trabajo y dando paso a una nueva generación. A este fenómeno, ya conocido en otros países como The Great Retiremen, lo estamos viviendo también en España, y sus efectos se sentirán durante la próxima década. Se trata de la gran jubilación, un proceso que marcará el relevo generacional más importante desde los años ochenta.
¿Qué es la gran jubilación?
La llamada gran jubilación es el fenómeno que describe el retiro simultáneo y masivo de trabajadores de edad avanzada, especialmente de la generación del baby boom (personas nacidas entre 1957 y 1977).
En España, este grupo representa una parte significativa de la población activa: según datos del INE, más del 25 % de los trabajadores actuales superan los 55 años, y en menos de 10 años, la mitad de ellos alcanzará la edad de jubilación. Esto implica que millones de puestos de trabajo quedarán vacantes en un periodo de tiempo relativamente corto.
A diferencia de otras crisis laborales, esta no viene provocada por recortes o cambios tecnológicos, sino por una transición demográfica natural. La pirámide poblacional se ha invertido: cada vez hay más personas mayores y menos jóvenes entrando en el mercado laboral.
La consecuencia directa será una escasez de talento cualificado y una transformación profunda del tejido productivo. Las empresas y administraciones deberán adaptarse a este contexto, implementando políticas de retención, recualificación y captación de nuevo talento.

¿Por qué es tan relevante el relevo generacional ahora?
Hasta hace poco, hablar de jubilación era un tema casi administrativo. Hoy es una cuestión estratégica para gobiernos, empresas y universidades.
El motivo principal es la coincidencia de varios factores críticos: el envejecimiento de la población, la digitalización acelerada y la falta de relevo en profesiones clave.
El peso de los baby boomers
La generación del baby boom no solo es numerosa, sino que ocupa los puestos más estratégicos dentro de las organizaciones: dirección, gestión intermedia, docencia o medicina especializada. Su salida supondrá una pérdida de experiencia difícil de reemplazar.
La brecha generacional
Mientras tanto, las generaciones más jóvenes, como los millennials y la Generación Z, tienen expectativas laborales distintas. Buscan flexibilidad, propósito y equilibrio, pero no siempre están dispuestos a asumir la misma dedicación o permanencia que caracterizaba a sus predecesores.
Esto genera un reto cultural dentro de las empresas: cómo transmitir el conocimiento acumulado sin perderlo en la transición.
Falta de relevo formativo
A todo ello se suma una carencia evidente: no hay suficientes jóvenes formados en los sectores más demandados. La FP Dual y la reconversión profesional se vuelven claves para evitar un vacío de talento.
Los sectores más afectados: sanidad, educación y administración pública
Algunos sectores van a sentir la gran jubilación con especial intensidad. Entre ellos destacan tres pilares esenciales del estado del bienestar: la sanidad, la educación y la administración pública.
Sanidad
La sanidad pública es uno de los sectores más tensionados. Según el Ministerio de Sanidad, más del 35 % de los médicos en activo tiene más de 55 años, y en algunas especialidades (como Medicina de Familia o Anestesiología) el porcentaje supera el 50 %.
Esto significa que, en la próxima década, más de 80.000 profesionales sanitarios se jubilarán.
El problema no es solo numérico: las plazas MIR no cubren la demanda y muchos jóvenes médicos emigran en busca de mejores condiciones laborales.
Educación
En el ámbito educativo, el panorama es similar. Cerca del 40 % del profesorado español supera los 50 años. Esto implica que, en menos de diez años, casi la mitad de los docentes actuales dejará las aulas.
El reto aquí es doble: por un lado, rejuvenecer las plantillas; por otro, actualizar la metodología. Los nuevos docentes no solo deberán enseñar contenidos, sino también competencias digitales, pensamiento crítico y alfabetización financiera.
Administración pública
Si hay un sector donde la gran jubilación se hará sentir con más fuerza, es en la Administración pública.
Según el último informe del Ministerio de Hacienda, el 64 % de los funcionarios supera los 50 años, y más de 900.000 empleados públicos podrían jubilarse antes de 2035.
La Administración enfrenta un dilema complejo: necesita rejuvenecer sus plantillas y modernizar sus procesos, pero los concursos públicos y las oposiciones siguen siendo lentos y rígidos.
Oportunidades y retos: ¿quién ocupará estos puestos?
Aunque el panorama puede parecer preocupante, la gran jubilación también abre un escenario lleno de oportunidades.
Por un lado, millones de vacantes se liberarán en los próximos años. Por otro, las empresas y administraciones tendrán la posibilidad de rediseñar el modelo de trabajo, impulsando nuevas formas de empleo más flexibles, digitales e inclusivas.
El relevo generacional puede ser una palanca para rejuvenecer las plantillas y promover la diversidad. Las empresas podrán incorporar talento joven con mentalidad innovadora, más familiarizado con la tecnología y con valores alineados con la sostenibilidad.
La clave está en formar a tiempo a los nuevos profesionales. La FP Dual, los programas de mentoría y el reskilling son esenciales para evitar un vacío de conocimiento.
También se abre la puerta a programas de colaboración intergeneracional, donde los trabajadores sénior transmitan su experiencia antes de jubilarse.
Otra tendencia creciente es la jubilación parcial o flexible, donde los trabajadores reducen su jornada pero siguen activos laboralmente durante un tiempo.
Esto no solo alivia la transición, sino que permite aprovechar su conocimiento y experiencia mientras se incorpora el relevo.
¿Qué perfiles serán los más demandados?
La gran jubilación no solo dejará vacantes: cambiará el tipo de talento que las organizaciones buscarán. Los perfiles del futuro combinarán experiencia técnica con habilidades digitales, pensamiento crítico y adaptabilidad.
- Médicos de Atención Primaria y enfermería especializada: serán los más demandados en el sistema público y privado.
- Profesionales de salud digital: expertos en telemedicina, análisis de datos clínicos y gestión tecnológica.
- Cuidados a mayores: el envejecimiento poblacional genera una creciente demanda de cuidadores, geriatras y auxiliares sociosanitarios.
- Docentes digitales: preparados para combinar enseñanza presencial y online.
- Formadores en competencias transversales: como educación financiera, sostenibilidad o emprendimiento.
- Profesores técnicos de FP, clave para impulsar el talento industrial y tecnológico que España necesita.
- Especialistas en ciberseguridad.
- Analistas de datos y big data.
- Expertos en inteligencia artificial aplicada a procesos públicos o empresariales.
- Gestores de cambio digital, encargados de liderar la transición tecnológica en organizaciones envejecidas.
- Técnicos administrativos y gestores públicos.
- Especialistas en contratación, justicia y Hacienda.
- Expertos en modernización de procesos y atención ciudadana digital.