Cuando llega el calor del verano, el aire acondicionado se convierte en un auténtico salvavidas. Pero, como todo en la vida, su uso también tiene su truco. ¿Te ha pasado que discutes con alguien en casa o en la oficina por si hace frío o calor? No estás solo. Ajustar bien la temperatura del aire acondicionado es clave no solo para sentirnos cómodos, sino también para evitar sustos en la factura de la luz. ¡Descubre todos los trucos!
¿Cuál es la temperatura ideal del aire acondicionado?
La temperatura ideal del aire acondicionado es aquella que logra un equilibrio entre confort y eficiencia energética. Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), lo recomendable en verano es mantener el aire acondicionado entre 24ºC y 26ºC.
¿Y por qué este rango? Porque por cada grado que bajamos por debajo de los 24ºC, el consumo energético puede aumentar hasta un 8%. Así que, ponerlo a 20ºC pensando que enfriará más rápido solo te hará gastar más sin sentir una gran diferencia térmica real.
Además, la diferencia entre la temperatura interior y la exterior no debe superar los 12 grados para evitar contrastes térmicos que puedan afectar a la salud.

Temperatura ideal del aire acondicionado en verano
En los meses más calurosos, especialmente en zonas como Andalucía, Murcia o la Comunidad Valenciana, es tentador poner el aire a tope. Sin embargo, mantenerlo entre 24 y 26 grados sigue siendo la opción más saludable y sostenible.
También es útil combinar el uso del aire acondicionado con otras estrategias: usar ventiladores, cerrar persianas durante las horas de más calor y ventilar la casa por la noche cuando bajan las temperaturas. Así, se mantiene el frescor sin necesidad de ajustar el aire a temperaturas extremas.
¿Cuál es la temperatura ideal del aire acondicionado para ahorrar?
La temperatura que permite ahorrar sin renunciar al confort es, sin duda, 24 grados centígrados. Este valor está respaldado por diversos organismos energéticos y es el punto perfecto donde el consumo es razonable y el ambiente resulta agradable.
Además del ajuste de temperatura, hay otras formas de optimizar el ahorro:
- Utiliza el modo ECO si tu aire lo permite.
- Programa el encendido/apagado automático.
- Mantén limpios los filtros del equipo para mejorar su eficiencia.
¿Qué horas sale más barato poner el aire acondicionado?
El precio de la electricidad varía a lo largo del día, sobre todo si tienes contratada una tarifa con discriminación horaria. En general, las horas más baratas para usar el aire acondicionado son de madrugada y durante la mañana (antes de las 13:00).
Para maximizar el ahorro:
- Consulta las franjas horarias de tu tarifa eléctrica.
- Usa temporizadores o aplicaciones para automatizar el encendido.
- Enfría la casa en las horas más baratas y mantén las puertas y ventanas cerradas para conservar el frescor.
¿En qué modo poner el aire acondicionado para dormir?
Dormir con el aire encendido puede ser un alivio en las noches de calor intenso, pero es importante usar el modo adecuado. El más recomendable es el modo “Sleep” o “Noche”, que ajusta automáticamente la temperatura durante la madrugada para evitar enfriar en exceso.
Este modo reduce la potencia progresivamente, mejora la calidad del sueño y minimiza el gasto energético. Si tu aparato no cuenta con este modo, puedes optar por:
- Poner el temporizador para que se apague a las 2 o 3 horas.
- Ajustar la temperatura a 25ºC o 26ºC antes de acostarte.
¿Por qué hay que poner el aire en 24?
Poner el aire a 24 grados es la mejor decisión por tres motivos clave:
- Salud: Evita los cambios bruscos de temperatura que pueden provocar resfriados o molestias musculares.
- Ahorro: Como mencionamos antes, cada grado menos puede suponer un 8% más en la factura.
- Sostenibilidad: Reduce el impacto ambiental de tu consumo energético.
Además, si toda la población ajustase sus aparatos a esta temperatura, se reduciría considerablemente la demanda energética en verano, ayudando a evitar sobrecargas en la red eléctrica.
¿Qué pasa si pongo mi aire en 22 grados?
Poner el aire acondicionado en 22ºC o menos puede parecer tentador cuando llegas acalorado a casa, pero tiene sus consecuencias:
- Más consumo energético: hasta un 16% más comparado con 24ºC.
- Mayor riesgo de resfriados o problemas respiratorios.
- Innecesario: no enfría más rápido, simplemente hace que el compresor trabaje más tiempo hasta llegar a esa temperatura.