¿Has oído hablar alguna vez del concepto de cuenta mancomunada? Lo cierto es que tiene un nombre que lleva a pensar que se trata de algo muy complejo. Sin embargo, como podrás descubrir en este artículo, no es así. De hecho, probablemente ya tengas una, la hayas poseído en el pasado o estés pensando en abrirla. Especialmente, si estás casado o si has emprendido un negocio junto a otras personas.
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¿Qué es una cuenta mancomunada?
Mancomunidad viene de la expresión latina mancomun. Según la Real Academia Española (RAE), el término significa, literalmente, «unión de dos o más personas con el propósito de hacer una cosa». Por tanto, una cuenta mancomunada es un tipo de cuenta corriente en el que los titulares son dos o más personas. Todos ellos tienen derechos plenos sobre ella.
Sin embargo, no debes confundir este tipo de cuentas con otras que también pueden tener a más de un titular. Es el caso, por ejemplo, de las cuentas solidarias o indistintas. En ellas, los titulares pueden disponer del saldo con solo aportar su firma. Lo mismo pasa si la titularidad únicamente te corresponde a ti pero autorizas a un tercero a realizar operaciones con ella.

Cómo funcionan las cuentas mancomunadas
La diferencia fundamental está en que las cuentas de carácter mancomunado exigen el consentimiento de todos los titulares para llevar a cabo determinadas acciones importantes. Hablamos, por ejemplo, de:
- Modificar las condiciones de funcionamiento de la cuenta.
- Cancelar productos contratados a través de ella con el consentimiento previo de los titulares.
- Contratar nuevos productos (planes de ahorro, préstamos o créditos, etc.).
- Cambiar los datos personales (domicilio, teléfono, etc.).
- Transferencias a cuentas de otros bancos.
- Traspasos de dinero a otras cuentas del mismo banco.
- Retirada de efectivo en cajeros automáticos.
- Domiciliación de recibos.
- Pagos por Bizum o plataformas de transferencias instantáneas similares.
Evidentemente, esto supone una serie de limitaciones muy notables que pueden afectar a la agilidad de los trámites del día a día. Por este motivo, el banco puede permitirte configurar determinadas excepciones. Por ejemplo, te brindará la posibilidad de fijar un límite máximo de retiradas de dinero en cajeros, de transferencias bancarias, de pagos con tarjetas de crédito o débito, etc. Incluso es posible dar a un titular poderes para actuar en nombre de los demás en situaciones concretas.
En caso de que un titular trate de realizar una operación para la que no está autorizado, los demás recibirán un aviso que les alertará. Generalmente, este llegará por SMS, correo electrónico o notificación a través de la aplicación del banco. En su poder estará permitirla o denegarla.
Sin embargo, si en un momento dado surgen discrepancias entre los titulares, el banco procederá a bloquear la mancomunidad. ¿Un ejemplo? El de un usuario que efectúa una transferencia con el saldo de la cuenta con la oposición de otro.
¿Cómo abrir una cuenta conjunta?
Abrir una cuenta mancomunada es un proceso sencillo, pero requiere la presencia y acuerdo de todos los futuros titulares. Los pasos generales son:
- Reunir la documentación necesaria. Cada titular debe presentar su documento de identidad vigente y, en algunos casos, un comprobante de domicilio.
- Acudir a la entidad bancaria. Es habitual que todos los titulares deban presentarse en la oficina para firmar el contrato de apertura. Algunas entidades permiten iniciar el proceso online, pero la firma suele ser presencial.
- Establecer las condiciones de operativa. Se debe acordar si la cuenta funcionará de forma mancomunada (requiere la autorización de todos para operar) o indistinta (cualquiera puede operar por sí solo).
¿Puedo sacar dinero de una cuenta mancomunada?
La posibilidad de retirar dinero de una cuenta mancomunada depende del tipo de operativa acordada:
- Cuenta mancomunada (disposición conjunta). Se requiere la autorización de todos los titulares para realizar operaciones que impliquen la disposición de fondos.
- Cuenta indistinta (disposición solidaria). Cualquiera de los titulares puede operar por sí solo, incluyendo la retirada de dinero.
Las ventajas de las cuentas mancomunadas
Es muy probable que, en algún momento, hayas pensado en abrir una cuenta de este tipo junto a tu pareja. De hecho, es la opción preferida de quienes comparten un proyecto común. No importa si es comprar una casa, abrir un negocio o costear los futuros estudios de un hijo.
Sin duda, la facilidad de uso que ofrecen las cuentas mancomunadas con estos objetivos supone su principal atractivo. Facilitan mucho gestionar y contabilizar el dinero. Además, hacen más sencillo también el realizar pagos compartidos.
Podemos buscarle un único inconveniente: en caso de ruptura de la relación, puede haber problemas a la hora de repartir el dinero. Sin embargo, también lo habría con cualquier producto similar. Si quieres llevar a cabo un proyecto junto a otra persona, es un riesgo que tarde o temprano debes asumir.

¿Cuáles son los requisitos que debes cumplir para abrir una cuenta mancomunada?
No te van a pedir requisitos especiales. Generalmente, lo único que los bancos solicitan es el consentimiento explícito de todos los usuarios que van a ser titulares de la cuenta. Esto se hace, generalmente, mediante la firma del contrato de apertura, en el cual se detallan las condiciones del producto. En este documento deben reflejarse los DNI de todas las partes.
Hay casos en los que las entidades financieras permiten abrir este tipo de cuentas a través de Internet. Sin embargo, lo más normal es que cada titular tenga que presentarse en la entidad para firmar dicho documento.
Pero, ¿son gratuitas las cuentas mancomunadas? Depende del caso y de las políticas del banco en cuestión. Lo más normal es que, para no pagar comisiones de apertura y mantenimiento, necesites establecer algún grado de vinculación. Esto se hace mediante la domiciliación de tu nómina, de tu pensión o de algunos recibos.
¿Cuándo son especialmente útiles las cuentas mancomunadas?
La mayoría de los bancos aconsejan abrir una cuenta de este tipo en tres situaciones distintas:
- Herencias. Por ejemplo, cuando un grupo de hermanos va a recibir la herencia de sus padres y van a tener que gestionar bienes en común, este es el mejor tipo de cuenta.
- Parejas. Como dijimos antes, es un producto habitual entre las parejas que quieren comprar un coche, una vivienda o cualquier otro bien con un precio elevado. Está demostrado que ayuda notablemente al ahorro. Además, incrementa las posibilidades de conseguir un crédito ya que, para el banco, dos personas van a ofrecer siempre más garantías que una sola.
- Empresas. Las sociedades de cualquier tipo necesitan una cuenta en la cual depositar su capital social y gestionar sus operaciones. Lo normal es que todos y cada uno de los socios pueda operar a través de ella.
En definitiva, abrir una cuenta mancomunada es una idea muy interesante si tienes en mente llevar a cabo un proyecto compartido. No importa si es con tu pareja, con tu familia o con un grupo de amigos o compañeros de trabajo. Con ella, todos los titulares tendréis las mismas obligaciones y derechos y no podréis realizar determinadas operaciones sin el consentimiento de los demás. Algo que, sin duda, te aportará una gran seguridad.