Mitos sobre microcréditos desacreditados

Recibir un pequeño crédito o un préstamo siempre viene bien para lanzar algún negocio o resolver alguna urgencia, capricho o salir de algún agujero que tengamos, además de que tiene muchas ventajas. En este artículo hablaremos concretamente de los primeros y de cinco mitos sobre microcréditos desacreditados, que a veces suponen un freno mental a la hora de su trámite.

Microcréditos y cómo desacreditar los mitos

Los microcréditos están especialmente hechos para afrontar un proyecto que debe darte algún beneficio, empresarialmente hablando, como poner un negocio o mejorar la operación y la rentabilidad de uno que ya tienes. La realidad es que son un método eficaz que resuelve muchas circunstancias de forma sencilla y sin problemas.

Hay dos tipos de microcréditos, los individuales, que se otorgan a una persona y es necesario un aval o garantía prendaria; y los grupales, para aquellos que no tienen garantías personales, pero que todo el grupo se hace cargo del mismo.

Considerando esto, hay muchos mitos que envuelven a los microcréditos, pero que es nuestra tarea desacreditarlos para que no tengas información errónea. ¿Quieres conocerlos? Nos centraremos en cinco.

Los cinco mitos más sonados

Como el famoso juego del teléfono escacharrado, muchas veces, la información que rodea al tema de los microcréditos no es verdadera, especialmente la que circula fuera de la propia institución que los otorga. Por eso, hay que desacreditar ciertos mitos:

• Es difícil que lo otorguen: totalmente falso. En Dineo, por ejemplo, tenemos muy pocos requisitos para que esto sea una realidad. Otras instituciones pueden tener algunos filtros, pero en general no es difícil que te lo otorguen. Recuerda que los microcréditos están especialmente diseñados para personas con menor acceso a instrumentos bancarios y menor poder adquisitivo.
• Son muy caros a la hora de pagarlos: es uno de los mitos más extendidos, pero también es rotundamente falso. Solicitar un microcrédito implica un estudio, por parte de la entidad que te lo otorga, de tu capacidad de pago. Una vez que se tienen los datos reales, se calcula el plazo y la cantidad que puedes pagar para cubrir la totalidad prestada. Esto se hace así para evitar el sobre endeudamiento. También es importante que conozcas las tasas que tiene la entidad a la que solicitas el crédito, por supuesto.
• Un microcrédito es poco dinero: no es así, ya que eso dependerá de la capacidad de pago que tengas. Además, si realizas una segunda solicitud una vez pagado el primer microcrédito, la cantidad que te otorgarán será mayor por el cumplimiento de tus pagos (debes ser ordenado en este aspecto). Las cantidades varían muchísimo. Solo tienes que consultar con tu entidad.
• El proceso es difícil: en Dineo, los procesos son sencillos y puedes haceros por medio de la web o directamente en la oficina o los stands. Te sorprenderías lo fácil y rápido que es.
• No hay asesoría personalizada para tu negocio: falso. En muchas ocasiones, solicitar un microcrédito va de la mano de una asesoría personalizada de un ejecutivo. Se trata de personas especializadas en microcréditos y conocimiento del mercado de los negocios que pueden asesorarte y darte algunas líneas para que el dinero otorgado rinda más y se destine para obtener los mejores resultados.

En Dineo, tenemos una oferta de microcréditos que te ayudarán a resolver muchos problemas con tu negocio. Solo tienes que acercarte con nosotros o tramitar tus documentos por medio de la web www.dineo.es y obtendrás el financiamiento necesario para lanzar tu idea o mejorar la que ya tienes.

Hay más mitos sobre microcréditos desacreditados, pero los dejaremos para otra ocasión. Lo importante que debes saber es que no es verdad todo lo que escuchas y la mejor fuente para conocerla es a través de la entidad que te puede otorgar ese crédito personalizado para tus propias necesidades.