Cómo calcular el finiquito de forma sencilla

¿Necesitas saber cómo calcular el finiquito de forma rápida y sencilla? Se trata de un cálculo con algo de complejidad. Para conseguirlo tendremos que sumar una serie de datos como el salario, las pagas extra y las vacaciones que nos quedan por disfrutar. Si quieres conocer todo el proceso y aprender a calcularlo, presta atención a este post.

El finiquito es un documento en el que queda plasmado la cantidad de dinero final que pertenece a un trabajador cuando termina su relación laboral con una empresa. En otras palabras, es el acuerdo firmado por el empresario y el trabajador en el que se pone fin a la relación entre ambos, y no existe reclamación por ninguna de las partes.

También es importante saber que cuenta con un marco legal al estar regulado dentro del Estatuto de los Trabajadores y por el Código Civil. Además, en los convenios laborales de cada sector pueden existir normas específicas que tendremos que conocer para poder calcularlo

Finiquito: ¿qué debemos saber?

El finiquito puede darse por tres situaciones: despido, que puede conllevar o no indemnización, finalización del contrato laboral o por baja o renuncia voluntaria. Es importante saber esto para diferenciar indemnización con finiquito.

Mientras la indemnización se genera, por norma general, ante un despido improcedente, el finiquito se ha de cobrar siempre que se produzca el fin de la relación laboral entre cualquier empresa y trabajador. Son dos propuestas de liquidación independientes, pero compatibles entre ellas. Es decir, una persona que ha sido despedido de manera improcedente por la empresa tendrá derecho a cobrar una indemnización sumada al finiquito. 

Elementos para calcular el finiquito

Para poder realizar el cálculo del finiquito con exactitud debemos conocer una serie de datos o elementos: 

1. Salario de los días que se ha trabajado tras la última nómina. En otras palabras, si mi última nómina fue en mayo y trabajé 15 días en junio, este salario hace referencia a ese medio mes que trabajé en junio.
2. Las vacaciones no disfrutadas. Todo trabajador genera una serie de días de vacaciones por cada jornada trabajada que se van sumando. El conjunto total de los que aún no hemos disfrutado es el dato que nos interesa.
3. Pagas extras. En el caso de las personas que cobran la extra íntegra en junio o diciembre se deberá calcular la parte proporcional de cada una de ellas. 
4. Horas extras. ¿Has hecho horas extras de más y aún no han sido cobradas? Apúntalas porque también servirán para calcular tu finiquito.
5. Otras cantidades. Cada contrato laboral es un mundo y en estos mundos es donde cobran importancia los bonus por objetivos, etc. También debemos conocer lo que nos corresponde.
6. Indemnización. Como hemos mencionado más arriba, la indemnización dependerá del tipo de cese de la relación laboral.

Estos seis elementos son los que componen el cálculo total del finiquito, aunque los tres últimos no son indispensables, ya que dependen del tipo de contrato y sus características.

¿Cómo calcular el finiquito de forma sencilla?

Una vez conocidos los elementos que componen y forman nuestro finiquito, ya podemos saber cómo se relacionan entre ellos para calcular el dinero que debemos recibir. Para ello pondremos un ejemplo, sin los tres puntos finales del apartado anterior (horas extras, otras cuantías e indemnización).

Salario tras la última nómina

Vamos a partir de un salario de 1.200€ mensuales, siendo mayo el último mes que cobramos de forma íntegra. En junio, terminamos nuestra relación laboral con la empresa el día 9.

Tenemos que dividir los 1.200€ que cobramos entre los 30 días del mes para calcular el salario correspondiente a cada día: 40€/día. Esta cantidad la multiplicaremos por los días que hemos trabajado en el mes de junio, en este caso, son nueve. El resultado es el salario obtenido por los días trabajados tras la última nómina: 40€ x 9 días = 360€

Vacaciones no disfrutadas

Aquí partimos de que llevamos contratados desde principios de año y no hemos gastado ningún día de vacaciones. Por cada año trabajado (360 días) nos corresponden 30 días naturales de vacaciones (fines de semana incluidos). Si desde enero hemos trabajado 160 días hasta el 9 de junio, la parte proporcional de vacaciones que nos corresponden son 13,33 días (=160 días trabajados x 30/360). 

Ahora debemos multiplicar nuestro salario diario (40€) por los días de vacaciones generados en estos casi seis meses de trabajo (13,33). El saldo por vacaciones no disfrutadas será de 533,20€ (40€ x 13,33 días).

Pagas extras

Los trabajadores por cuenta ajena cuentan con una paga extra en junio y otra en diciembre, salvo si son prorrateadas. La paga extra prorrateada significa que están incluidas en nuestra nómina mensual. Pero cuando no ocurre, a la hora de calcular el finiquito, es necesario saber cuál es la parte proporcional de estas que debemos cobrar.

El cálculo de la paga extra se realiza de manera muy similar al de las vacaciones no disfrutadas. En este caso, cogeríamos la paga extra de verano que corresponde, 1.200€, y los primeros seis meses. Obteniendo como resultado que 6,67€ nos corresponde de la paga extra de junio cada día. Ahora es cuestión de multiplicar ese dato por los días que hemos trabajado del 1 de enero al 9 de junio (160 días). 

Finalmente, obtenemos que nos tienen que pagar en concepto de paga extra un total de 1.066,66€.

La suma total de nuestro finiquito debe recoger todos estos elementos que hemos calculado y sumarlos. Por lo que, finalmente, el saldo que nos debe la empresa con la que hemos trabajado es de 1.959,86€. 

Y así es como se calcula nuestro finiquito de forma sencilla, siempre teniendo en cuenta los tres elementos comunes: salario de los días trabajados tras la última nómina, vacaciones no disfrutadas y pagas extra. En este documento de saldo y finiquito quedarán recogidos todos los conceptos anteriormente explicados, por lo que antes de firmar debemos estar seguros de que los cálculos están bien hechos. Si quieres seguir profundizando sobre finanzas, te recomendamos este post sobre la dación del pago o las diferencias entre la hipoteca fija o variable.